Un viejo refrán vernáculo reza: "Qui és de casa, no ha mesté presentá". Y soy azasmente conocido por mis contemporáneos como un brusqué por la conservación de lo que merece ser conservado. Debo sacar a colación de una Dama de linajuda extirpe —que mucho respeto ofrece y a ella la tengo en grande estima, señora la que, al hablar, sus palabras, debidamente sospesadas, tienen mucho de sentencia y de filosofía aguda—, díjome que para que una Biografía sea comme il faut, debe de ajustarse a expresar lo bueno y lo malo, para que el lector tenga la visión adecuada. Así, puesto que me conocéis prefiero deciros el porqué de mis ESTAMPAS DE EL TERRENO. Somos sus amadores los que, en aras de un progreso mal entendido, sufrimos el desasosiego de aquella paz y sosiego espiritual que mantuvimos, los que saboreamos la "pipa de la paz", y la nuestra, más positiva, lo fue en forma de trampó, servido en ribell, sucant-hí i muiant-hí tots, d'es mateix, sin que nadie s'hi sentís estugós. Quiero decir con ello que nuestra germanó fue fecunda e intensa. La meta del trampó tuvo su ocaso y, desde 1955, se cambió aun y a regañadientes, la fuente por la de un bollit. Vimos desmoro-narse el tinglado. Por un progreso mal entendido y por efectos de la tolerancia, hacer la vista gorda, lo que fue sa Plaçeta un lugar recoleto, se transformó en una especie de zoco en el que las piltrafas de la peor especie europea envilecieron nuestro "territorio", ofreciendo espectáculos gratuitos que para mejor disfrazarlos se les dio por nombre "Show", vocablo éste, el cual, traducido a nuestra lengua vernácula se entiende por bollit. Estas, mis Estampas, las que te ofrezco, si eres adulto, te harán refrescar la memoria. Si eres joven, te mostrarán lo que fuimos cuando nuestra juventud. La consecuencia, la dejo en tus manos. Podrás agregarle la moraleja que más te plazca. Este es el apunte. Lo creo más interesante que el de haber plasmado la "media filiación". Mas, si de algo te sirve, te diré que pertenezco a la promoción de Bachilleres del XXII, que si bien los hubo, grandes lumbreras, además de ser un romántico sin ser yo un llum d'encruia, tampoco me considero ningún "tragaluz".
MUY ESPECIAL Y DOBLE DEDICATORIA
Conocedor de que en el transcurso de este año, celebra Mn. Ramón Cifre i Cifre, sus Bodas de Plata Sacerdotales en calidad de Ecónomo de la Iglesia parroquial de La Salud, bríndole, con sumo agrado esta Dedicatoria, uniéndome con la Feligresía y festejando también a sus distinguidas hermanas señoritas Joan'Aina i Margalida, componentes todos ellos de la Extirpe de Ca'n Llaneta de la Villa de Pollensa. Las presentes ESTAMPAS DE EL TERRENO son a guisa de perfil humano de sus gentes e idiosincracia de nuestro vivir antañón. Al congratularnos, deseo de todo corazón, los mejores parabienes para el Homenajeado y dignos Familiares, deseándoles largos años de vida en nuestra Barriada, pues por sus merecimientos, cualidades y bondad, no por pollensines, aquí se les considera Terreneros de verdad.
Incondicionalmente,
PRESENTACION
Lluis Fábregas es sin duda uno de los hombres de más acusada personalidad que me haya sido posible conocer. Bajo su capa de observador frío y conciso, con sus ribetes de sacarrunería a flor de piel, se oculta una persona llena de pasión para quien el pasado constituye su añorado mundo, al que dedica sus mejores recuerdos como si cumpliese casi un rito religioso.
La fuente inagotable de recuerdos de la bella y despreocupada vida, verdadera belle epóque insular, la ha traducido Lluis Fábregas en su serie de volúmenes de "Ca-Nostra" y en estas "Estampas de El Terreno" cuyas primicias me ofreció para "Ultima Hora" que si no tienen una preocupación excesiva de esteticismo, en cambio tienen el valor de reverdecer en el lector una sociedad que dolorosamente ha periclitado. El mundo del turismo incipiente es glosado por Fábregas con amor puesto que aún no había ahogado la frescura del ambiente.
Con unas maneras de divertimiento, empleando ampliamente la frivolidad nos refiere una sociedad ya definitivamente desaparecida pero muy interesante. Una sociedad en la que sólo aparecen elementos simpáticos y de buena voluntad, la maldad el desmesurado interés no tienen cabida en la prosa de Fábregas, saturadas de nostalgia por aquellos días de su juventud que parece estar disfrutando mientras las escribe. Es la narración de días vividos sino como protagonista por lo menos como intérprete de privilegio en medio de ambientes amables.
En las narraciones a veces los personajes sufren alguna deformación no con ánimo de causarles perjuicio sino para enriquecerles en sus cualidades. La amistad es para Fábregas un motivo básico en su conducta.
No dudo que la lectura de estas "Estampas de El Terreno" constituirán un benefactor bálsamo de optimismo, cosa tan importante e incluso esencial en los difíciles momentos que atravesamos. Aunque en la labor de Fábregas no hubiese otro mérito ya estaría por ello justificada esta edición.
JOSE TOUS BARBERAN
Con la venia de este singular diario de la tarde "abuelo" que es de la prensa balear, así de buenas a primeras, "Ultima Hora" ofrecióle, al firmante la Corresponsalía terrenense al sexagenario, que desde siempre ha sentido por lo que fue "riente caserío" honda veneración, debido a la calidad de los maravillosos recuerdos que encierra.
Al reconsiderar las realidades de la vida, no se pueden saltar a la torera, (por muy taurómaco que uno sea) las realidades de la vida. El mundo sigue su camino, marcha más o menos triunfal, debido a como la humanal especie, le coge el "morro" y la "brida".
Cotidianamente, salvo cualquier grave eventualidad, a través de esta sección lo mismo perfilaré viejas estampas de cuando, veraneantes y "nativos" gozaron la armonía de la verdadera hermandad. Os las presentaré en forma de "viñetas literarias". Más bien, esbozos. Y por aquellos que fueron sus partiquinos a ellos les corresponderá, en su recordación adietarle su pizquita de sal y especias. Así, en esta época de estiaje, en familia, los terrenenses de segunda fila, que ya lo somos todos al no poder contemplar el mar por levante, debido a los biombos cementicios de primera línea, la "merienda literaria" nos sabrá, debidamente aliñada, cual si degustáramos una coca de sofrit.
Intentaré ser el portavoz social y cívico de nuestras gentes, pincelar e incluso fotografiar, si es preciso, su compostura, para que, aquellos organismos de quienes concurra, puedan ver y no leer, ciertos "tinglados". Todo ello dicho con suma seriedad. Ahora bien si después de lo dicho y anunciado, tuviera de ser denunciado, como la cosa tendría caso de "pitorreo"... quede _advertido quien sea. A la hora de la guasa nos gusta el divertimiento, sin salirnos delas normas.
Gracias.
En las anteriores líneas hemos reproducido la contraportada, la dedicatoria, la presentación y el prólogo del libro que nos ocupa. En muchas otras partes de la web podréis ir encontrando otros capítulos de este libro, ahora agotado, que retrataba la parte amable de El Terreno de la primera mitad del siglo XX.