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La historia que voy a relataros se la debo a Don Domingo Esquifí1. Fue este señor residente habitual de esta barriada. Ejercía de Médico de los de medicina general. De los que entonces eran llamados de Cabecera, institución ésta, según los tiempos adelantaron una barbaridad, apenas disfrutan del auge de "illo témpore".
Era un señor muy campechano, de notables virtudes y "brusqué" de todo cuanto relacionado con el folklore isleño, pudo abordar. Fue colaborador y entusiasta relator de todo cuanto rezumaba mallorquinismo.
Siendo muy niño, solía visitar con mis padres, al Senyó Metge y su familia. Vivió en uno de los pisos de Ca'n Femenías, casi en frente de Ca na Bordoia, tienda de comestibles, café y yo que sé cuantas cosas más se expendían en aquella botigueta, que entonces disponía de una especie de "clastra", sumamente singular y de mucho pintoresquismo.
Don Domingo, dibujante por mera afición, solía entretenerse a menudo sacando apuntes del vecino de enfrente.
Socios numerarios de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Palma (s.f.). De pie (de izquierda a derecha): Francisco Sancho, Juan Munar, Enrique Fajarnés, José Róver, Jaime Escalas Adrover, Pedro Jaume Matas, Eugenio Losada. Sentados: Domingo Escafí, Antonio Frontera, Victor Valenzuela, Antonio Mayol, Gabriel Martorell y Tomás Darder. En Tesis doctoral de Eva Canaleta-Safont: LA CONSTRUCCIÓN DE LA PROFESIÓN MÉDICA EN MALLORCA DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX
Me contó, como fue posible la aparición y trazado de la plazuela de Gomila. Don Domingo tenía una muy leve recordanza de cuando su primera juventud. Parece ser que una de las casas sitas en aquel lugar había pertenecido a una familia llamada Gomila. Ningún parentesco tenía con la de Don Cayetano Gomila, que hizo medianera con la quinta de los Mateu (actual hotel Victoria). Los Gomila, primeramente citados poseían bienes en las Antillas a donde solían pasar largas temporadas. Solían venir a Mallorca para instalarse en su casita de recreo muy especialmente durante el otoño, y con el fin de que sus niños y los de sus convecinos junto con los de toda la barriada pudieran jugar a sus anchas, cedió gratuitamente un espacio de su propiedad, para este objeto, mejorando además la entrada a sus convecinos, pues la comunicación por la Carretera de Andraitx, resultaba laberíntica.
El Ayuntamiento aceptó "de mil amores" la gracia concedida por aquella familia en beneficio del riente caserío, si bien al hacer acto de la concesión se hizo destacar para el objeto a que iba destinado y como aquella trinxa resultaba excesiva, la señora Gomila consideró que debía partirse el solar para que también fuera una especie de Bornet para uso, cuando no, de los mayores que pudieran vigilar a sa patuleia que no prengués mal y no hicieran estropicios.
Algún tiempo después, la familia Gomila, vendió su propiedad y regresó a Santiago de Cuba, para no volver ya más.
Según propia dicción del Señor Esquifí supuso que el nuevo adquiriente fue el Sr. Vidal y familia. En la actualidad es la sala de fiestas Tito's.
De como surgió Sa Placeta d'en Gomila, a como se ha transformado. Lo que fue creado para solaz y esparcimiento de niños y mayores, el Ayuntamiento ha sabido sacarle raja y buenos jugos que acrecientan las arcas municipales de éste El Terreno tan cosmopolita.
1Es refereix a Domingo Escafí i Vidal, metge. En 1900 era presidente del colegio Médico-Farmacéutico y Secretario Perpetuo de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Palma de Mallorca. Escafí era de talla menuda, muy miope, muy inteligente, político de ideas avanzadas, de grandes actividades médico-sociales.
Font:
"Estampas de El Terreno", Luis Fàbregas