DE TODO EL TÉRMINO DE PALMA FUE EL TERRENO EL SUBURBIO MEJOR ILUMINADO

En la última década del siglo XIX, la carretera de Andraitx tramo desde S’Aigo Dolga hasta sa costeta de Ca ses Rafaletes se distinguió del resto de suburbios, por su alumbrado.

No fue el Ayuntamiento de Ciutat el que lo costeó. (Y con ello quiero decir que no debe de extrañarle a nadie, que los de Cort carguen con el mochuelo. Y fue precisamente el ayuntamiento palmesano que por naderías se índispuso con los “caciques” del riente caserío. Ajenos de toda reyerta, estaba la Jefatura de Obras Públicas metida al estudio y trazado de sa carretera nova pues sa carreten vella ofrecía el peligro de un posible desmoronamiento en el lugar denominado es salt d’es ca, nada inmediato, aún cuando se consideraba en Obras Publicas, que era mucho mejor, prevenir, que curar. También había en El Terreno, varios señores potentados, quienes al ver la desidia municipal en querer alumbrar debidamente al riente caserío, un buen día se convocó a los propietarios e influyentes para que pudieran reunirse en casa de don Francisco Femenías, des canyeret de s’Aigo Dolga, con el fin de tomar decisiones definitivas. Don Francisco era Capitán de la Marina Mercante. Previamente ya hubo cambiado impresiones con don Valentín Schembry, consignatario de buques. La reunión fue un éxito. Comprometiéronse ambos asociados a sufragar el gasto de consumo de petróleo. Y aquellos beneficiarios cuyo farol estuviera más cercano a su hogar, también por su parte contribuirían anualmente. Asi sobre el paredón del torrente de S’Aigo Dolça, lugar angular actualmente de calle Luis Fabregas con Calvo Sotelo, otra junto a la verja de Ca’n Fememías, la siguiente frente a la entrada del Hotel Victoria, entonces quinta de recreo de la familia Mateu, y así, lo suficientemente cercanas las demás, siendo Sa Placeta, muy colmada, por haber muchos afincados que también participaron con el gasto.

Al Ayuntamiento, aquel derroche le cayó muy mal. No tuvo otro remedio que hacer instalar alumbrado por Gas. Cuidó de ello, la fábrica La Económica, de Sta. Catalina. Dotáronse infinidad de faroles por todas las calles de El Terreno, con la única excepción de sa carretera. Como todo se hizo deprisa y corriendo, los faroles de gas, dieron pésimo resultado, hasta que por fin, los Mauristas subieronal poder, los “esquiroles” amantes que fueron del petróleo, por ser del mismo partido quedó terminada la lucha entre Tirios y Troyanos.

Entonces surgió “es Farolé", Mestre Guiem Ramis, que también hizo uso del pluriempleo. Fue repartidor de “La Almudaina” y Servidor de don Jeronimo Éstades,de Sóller, quien tuo una casita arrendada en la calle de La Bonanova, y Mestre Guillem cuidó de ella.

Font:
"Estampas de El Terreno", Luis Fàbregas
Imatge: Obligación de la sociedad gasística La Económica.:Numismática Digital