La historia siempre ha sido muy parcial, y siempre ha sido del color del cristal de quien la cuenta y no siempre es veraz, no por malicia sino por falta de memoria, por tanto lo que aquí se relata puede ser como yo lo recuerdo …o no, pero desde luego, y es cierto, según el color de mi cristal.
Se va a intentar relatar aquí parte de la historia de The Four Winds ( en adelante F. W. ), con la intervención de algunos personajes y grupos que, de alguna manera también protagonizaron esa historia.
Salvo que no haya una certeza absoluta de las fechas, se va a prescindir de ellas, principalmente para no cometer errores. La única verdad verdadera es que todo esto empezó entre los años 1958 y 1960 y siguió durante algunos felices años para nuestro disfrute y el de algunos seguidores o fans, que también los teníamos.
Atendiendo a lo anteriormente expuesto, los hechos y anécdotas que se narran no son cronológicos si bien pretenden ser ciertos.
Todos los primitivos componentes de F.W. pertenecíamos a la barriada de El Terreno y al Centro parroquial de Ntra. Sra. de la Salud, quiero aclarar este concepto porque fue en ese centro donde comenzó la existencia del grupo. Como todo buen hijo de vecino, en aquel entonces, todos íbamos a misa los domingos y luego participábamos en las distintas actividades que se realizaban en el salón parroquial. Así fué como coincidimos allí : Jaime Vidal “Mito” (guitarra)Mateo Cavaller (bongos), Miguel Anguera “Mitas “( bateria?), José Fco. Massanet (guitarra-contrabajo) y yo mismo José L. Cubeles (guitarra).
Cada uno por su lado había experimentado con diferentes instrumentos musicales y por fin decidimos o intentamos conjuntarlos.
De ese intento surgió el grupo, que si no recuerdo mal nos llamamos “Los Rivers Boys”, nombre que duró muy poco pues alguien nos rebautizó como ¡¡“LOS AMOS”!!, pronunciado en mallorquin, en la que creo fue nuestra primera aparición en público, que como no podía ser de otra forma, fue en la “Sala Regina”( salón de actos, cine y teatro en los bajos de Iglesia). Como era de esperar el éxito fue total, apoyados por nuestras respectivas familias, amigos y vecinos de El Terreno, “fans” incondicionales nuestros para toda la vida.
Sin Mateo ya en nuestras filas y creo que con el nombre definitivo de F.W. participamos en varios festivales de juventud, que se celebraban en el Teatro Principal y en el desaparecido Teatro Lírico. Hay que decir que en esos festivales participábamos voluntariamente y sin cobrar un duro pues la verdad es que nos divertiamos extraordinariamente y además nos encontrábamos con otros grupos que pretendían lo mismo que nosotros, ¡¡divertirnos!!, entre esos grupos estaban “Los Troviguera”, formado por los hermanos Toni y Ángel Juncosa y Fernando y Manolo Baiget; otro de los grupos eran “Los Dooley” de los que formaban parte Pepín Llabrés y Jorge Pando.
Después de Mitas en la bateria, llegó Ramón Andreu que estuvo con nosotros durante un tiempo y posteriormente los sustituyó Pablo Sanllehí ( que luego sería el batería de los “Runaway” y de “Los Bravos”).
Dito se unió al grupo como cantante, aunque fue de forma esporádica, para posteriormente dar paso, temporalmente, a Lucio . Durante ese periodo ya nos tomamos la música un poco más en serio, pues empezamos a cobrar por nuestras actuaciones. Tampoco Pablo duró mucho tiempo a la batería. Lo sustituyó Fernando, procedente de “Los Troviguera”.
Al cabo de un tiempo Mito abandonó el conjunto para dedicarse mas intensamente a sus otros asuntos ( estudios, trabajo , etc.), lo cual motivo otro movimiento en el grupo. Se incorporó Jorge a la batería y Fernando lo hizo con los teclados, instrumento nuevo en el conjunto y que con su aporte ganamos en calidad y sonido. Por ese entonces apareció un nuevo elemento que se incorporó al grupo como cantante: Sony , si no recuerdo mal estuvo con nosotros un verano y luego desapareció para dar paso ya de forma definitiva y final a Dito.
A partir de ese momento nos planteamos seriamente el que hacer con el conjunto, intentamos encontrar a un organista que supliera a Fernando, pero no hubo suerte y teníamos que decidir el qué hacer con nuestro futuro y ese fue el final de “The Four Winds & Dito”. La otra alternativa era dedicarnos intensa y únicamente a la música. Siempre me quedó la duda de saber qué habría sido del grupo si finalmente hubiéramos encontrado a otro organista y hubiéramos continuado….????
Actuaciones y anécdotas
Nuestras actuaciones las realizamos en prácticamente toda la isla y en diferentes circunstancias. Así es como actuamos en frente de la Catedral, en el parque del mar con motivo de un Festival de Mallorca; supuestamente teníamos que hacer una aparición por la Tele, cosa que finalmente no sucedió, entre otras razones una en especial: ¡Nos daban 2 minutos 2! para que montáramos nuestros instrumentos los tuviéramos afinados y listos para actuar, a lo cual nosotros nos negamos, naturalmente. Finalmente sí actuamos pero no por la Tele.
En otra ocasión nos contrataron para amenizar la verbena de la Colonia de San Pedro, en Artá. Hace como 50 años ese pueblo estaba prácticamente en el fin del mundo y para llegar hasta allí tenía que venir un coche a recogernos en el club de ensayo en Son Catleret, El Terreno; desde luego era un coche grande, pero no era ni una furgoneta ni un todo terreno, pero allí cupo todo: guitarras, amplificadores, bateria, equipo de voz y…nosotros 5 y el chofer ¡¡ ¡!pero ya estábamos acostumbrados, pues en más de una ocasión hacíamos lo mismo para ir al Hotel Bermudas en Palma Nova, pero en un Renault 4 del padre de Mito y Dito. Lo cierto es que esa noche llegamos a las tantas al pueblo, pues nos habíamos perdido varias veces, y la gente de allí ya no esperaba que llegáramos ( hay que tener en cuenta que en ese tiempo no había ni teléfonos móviles, ni Google maps, ni nada de nada) así que cuando nos vieron llegar el recibimiento fue mayúsculo. Total llegamos a la plaza donde se debía celebrar la fiesta, e instalamos todo nuestro instrumental ; cual no sería nuestra sorpresa y “acongojo” cuando al intentar ponerlo todo en marcha, no sólo no se puso sino que todas las luces de la plaza se vinieron abajo y nos quedamos prácticamente a oscuras, afortunadamente fue sólo cuestión de unos minutos, pues inmediatamente apareció por allí un personaje que nos dijo: “Tranquilos que esto lo arreglo yo en un momento”. Efectivamente el hombre salió corriendo hacia el fondo de una calle y al cabo de unos minutos volvía la luz con más fuerza y el sonido de un tractor a todo meter, esa era nuestra fuente energía.
Texto, música e imágenes: José Luis Cubeles.